Desde tiempo atrás los médicos estimulan a la futura madre a escuchar música, a hacer al feto partícipe de un ejercicio musical que resulta relajante y una forma de estrechar más la relación madre e hijo. Se ha comprobado que el feto humano es capaz de mantener el ritmo y llevar el compás de la música que escucha, siendo esto una terapia asombrosamente beneficiosa para el futuro bebe.
Pero también es importante tomar en cuenta que, no es cualquier música la que cumple el objetivo de educar el oído del feto ni estimularlo, porque algunas formas de expresión musical, lejos de relajarlo lo alterarán. Lo ideal es mantener un horario de relax para poner música, quizá debas variarlo del día a día, escucha la música que te gusta pero piensa que si eres una asidua al rock o a la música metal ésta no es ninguna manera la que un pequeño debe escuchar.
Opta por una música suave como la clásica y manten un plan de alternarla con música ambiental con sonidos de la naturaleza, sí esa maravillosa música que a todos gusta le encantarán al bebe, el sonido de los pájaros y el ruido de un suave riachuelo que corre en algún paraje. Puedes alternar con una dulce melodía romántica y ¿por qué no? una canción infantil que al bebe le encantará. ¿Sabes? luego del parto cuando el bebe empiece a explorar el mundo, notarás cuan familiares se le tornan esos sonidos que escuchaba dentro del vientre.
Esta práctica musical no solo ayuda al bebe sino a ti misma, aparta una hora del día para una soledad compartida con el feto en tu vientre y pon esa música, aleja tus pensamientos y quizá cierres los ojos y junto a él escuches la música.
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